¿Hará la IA que el aprendizaje sea más inteligente?
Muerte de la inteligencia humana o aparición de superinteligencias: la llegada de la IA ha provocado nada menos que predicciones de terror por su riesgo o de asombro por su poder. Los nuevos avances plantean nuevas preguntas: ¿Cómo se enseña escritura y matemáticas en tiempos de la IA - y significa esto que áreas enteras del conocimiento humano dejarán de enseñarse? ¿Qué hay que aprender -y desaprender- en esta era? ¿Cuáles serán los riesgos y las oportunidades?
He aquí cuatro predicciones sobre el impacto de la IA en la educación:
- Muerte de la talla única: hiperpersonalización y adaptación a las nuevas necesidades
De hecho, hay un tipo de educación que la IA podría convertir en irrelevante: la educación de talla única, la de los sabios en el escenario. Andreessen Horowitz predijo que cada niño tendrá un tutor de IA personalizado. Esta tecnología ya existe: es el aprendizaje adaptativo. La próxima etapa del aprendizaje adaptativo impulsado por la IA no se limitará a las habilidades cognitivas. Gen AI puede llevar la personalización de los cursos al siguiente nivel. Los alumnos podrán seguir un curso personalizado que los recoja donde estén.
La IA permite ofrecer una educación individualizada a gran escala. Esto puede crear una enorme ola de democratización de la educación, poniéndola al alcance de muchos a un coste mucho menor. Se producirá así un cambio radical hacia un enfoque centrado en el usuario: el alumno real.
- Una experiencia de aprendizaje que aprende: efectos de aprendizaje alimentados por datos
Los estudiantes estarán encantados de oír que las pruebas de alto riesgo podrían llegar a su fin. El seguimiento continuo que permite la agregación de datos basada en IA es mucho más eficiente que las pruebas esporádicas y puede integrarse en el proceso de aprendizaje. Los datos de seguimiento recopilados de esta manera pueden ofrecer información sobre lo que funciona y lo que no, y mejorar cada interacción con el tiempo.
- Del lean-back al lean-forward: aprendizaje práctico
La disociación artificial entre aprendizaje y aplicación, academia y vida real, será cada vez más cuestionada. El aprendizaje puede enriquecer las experiencias prácticas y, a través de Gen AI, permitir inmersiones profundas en temas específicos, con bucles de aprendizaje continuo sobre la marcha.
- Competencias del siglo XXII
No llevamos ni un cuarto de siglo XXI y, sin embargo, la IA parece haber dejado anticuado el debate sobre las competencias del siglo XXI. El supuesto original -desde entonces refutado- es que, mientras que el conocimiento memorístico puede automatizarse, las habilidades del siglo XXI -metacapacidades como el liderazgo, la colaboración, la creatividad y la resolución de problemas- son territorio de la inteligencia humana. Con la IA Gen, esta distinción ya no es válida. ¿Qué es lo siguiente que merece la pena enseñar para que sea relevante en el siglo XXII? Einstein parecía haber vislumbrado la IA cuando dijo que, si su vida dependiera de resolver un problema, dedicaría la mayor parte de su energía a formular las preguntas correctas. Con la IA, estamos dejando atrás la época de las respuestas -la época de la Ilustración y el progreso científico- para pasar a la época de las preguntas.
La IA no pretende sustituir a la inteligencia humana, sino potenciarla. La IA puede ser aprovechada por la educación en lugar de ser temida por ella, permitiendo a los alumnos pasar de ser objetos de enseñanza a agentes de aprendizaje.
La próxima etapa será ir más allá del suministro de información a través de Gen AI: cada vez más, la IA permitirá operaciones más complejas que la recuperación de información. Por ejemplo:
- Los mecanismos de emparejamiento pueden ayudar a crear comunidades y arrastrar a las personas a las conversaciones adecuadas, ahorrándoles las que les hacen perder el tiempo.
- La IA puede convertirse en mucho más que una fuente de cursos personalizados o un tutor individual: puede ser un gestor de comunidades o un creador de ecosistemas.
- También puede permitir la cocreación por parte de sus usuarios, como ya ocurre en los juegos, permitiendo a los alumnos pasar de ser objetos de enseñanza a agentes de aprendizaje, lo que incluye compartir sus habilidades y contribuir a las comunidades de aprendizaje.
No debemos centrarnos en los ámbitos en los que la IA puede sustituir a los humanos: una vez que el mercado se estabilice, el ahorro de productividad se repartirá entre todos. Mucho más interesante es saber qué tareas o problemas puede abordar la IA que hasta ahora no se habían resuelto. Esa es la verdadera cuestión.