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Cómo pueden las empresas energéticas preparar su negocio para el futuro

Trabajador de la construcción instalando un panel solar

Durante años, las empresas energéticas se han lamentado de estar atrapadas en una categoría de "baja implicación". Hay pruebas sustanciales que apoyan esta opinión: los consumidores interactúan menos de 10 minutos al año con su proveedor de energía* y, gracias a las plataformas de comparación de precios, los consumidores solo tienen en cuenta el precio como único criterio de decisión a la hora de elegir un proveedor. Esto ha dado lugar a marcas con muy poca diferenciación y sin apenas relación con sus clientes más allá de la factura anual.

Sin embargo, dada la terrible guerra en Europa y sus implicaciones en el mercado energético internacional, la energía es ahora un tema de gran implicación. Los consumidores están dispuestos a replantearse su suministro energético y su configuración individual. Las preguntas apremiantes son complejas y costosas: ¿Mi próximo coche nuevo será un vehículo eléctrico? ¿Dónde consigo un punto de recarga y cuánto cuesta? ¿Debo instalar paneles solares en el tejado y una batería en el garaje? ¿Sigue siendo el gas una fuente de energía fiable para mi empresa? ¿Cuál es el sistema de calefacción más eficiente? Todas estas son decisiones de compra complejas que distan mucho de implicar poco.

Estas decisiones de compra también se sitúan bajo una capa aún más compleja de cuestiones socioeconómicas: ¿Hasta qué punto dependemos de las importaciones de energía? ¿Deberíamos aspirar a una mayor autarquía energética? ¿Cómo pueden las empresas ser más sostenibles? Incluso las decisiones tomadas hace mucho tiempo vuelven a ser objeto de debate. Por ejemplo, según un estudio reciente, el 70% de los alemanes está a favor de prolongar la vida útil de las centrales nucleares.

Ni los consumidores ni los proveedores de energía pueden responder por sí solos a estas cuestiones acuciantes, pero los proveedores de energía deben desempeñar un papel activo. Según la investigación de Vivaldi**, incluso semanas antes de la guerra en Ucrania, los consumidores esperaban que las empresas energéticas desempeñaran un papel proactivo en la transición hacia nuevas soluciones energéticas.

Para responder a estas expectativas de los consumidores, los proveedores de energía deben actuar en dos ámbitos: En primer lugar, deben iniciar proactivamente un diálogo sobre las cuestiones más acuciantes con sus clientes. Esto puede incluir paneles periódicos de consumidores en todas las regiones y segmentos de mercado, enfoques de escucha social o un consejo asesor de consumidores que debata con la dirección. Y en segundo lugar, deben desarrollar soluciones y servicios nuevos e innovadores. Por ejemplo, el alquiler de paneles solares, la calefacción como servicio o paquetes en torno a la gestión inteligente de la energía. Ambas áreas deben abordarse simultáneamente. Pero la buena noticia: estos temas están estrechamente interrelacionados y pueden apoyarse mutuamente. Obtener nuevos conocimientos de los clientes a través de una investigación centrada puede servir como aportación al proceso de innovación, y los nuevos servicios desarrollados estimularán a su vez nuevas conversaciones.

La industria energética se enfrenta a grandes retos, pero nunca ha tenido tantas oportunidades como ahora. Los principales actores del sector han comprendido claramente el reto. La última campaña de E. ON afirma: "El momento de actuar es ahora", y presenta una iniciativa interdisciplinar de científicos, consumidores, analistas y directores de operaciones, estimulando así nuevas conversaciones.

El campo para las innovaciones es amplio. Las empresas deberían considerar la posibilidad de abrir inversiones en energías renovables y empresas afines, como hace la empresa de inversión suiza smartenergy. La empresa alemana BayWa r.e. anima a sus socios a replantearse la energía para siempre: "Cómo se produce, se almacena y se puede utilizar mejor... es esencial para el futuro de nuestro planeta". Vienen con referencias impresionantes de cómo apoyan a empresas, regiones e incluso países enteros para reducir las emisiones de CO2 y poner en marcha la transformación energética. Empresas innovadoras de otros sectores también están entrando en el mercado de la energía: Tesla ofrecetejados solares para producir energía limpia, coches eléctricos y una aplicación para controlarlo todo desde un solo lugar. IKEA está desarrollando la tecnología del hogar inteligente con su aplicación IKEA Home smart App.

Las empresas energéticas deben dar un paso adelante y conectar más profundamente con los clientes. El desarrollo de productos y servicios fiables y flexibles, incluidos hardware, software y tarifas, será un paso en la dirección correcta. La creatividad y la innovación serán las herramientas para mantener contentos a los clientes, gestionar la transformación energética y desarrollar modelos de negocio preparados para el futuro.

* Fuente: Investigación de Accenture sobre nuevos consumidores de energía, 2017.

** Vivaldi realizó un estudio representativo entre la población general de varios países europeos con más de 3.000 participantes, realizado en el primer trimestre de 2022.