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IA en Retail - ¿Es el valor real o artificial?

Las conversaciones y los análisis en torno a la IA son omnipresentes, pero se pasan por alto varios elementos importantes. En primer lugar, la mayoría de los argumentos se centran en el debate entre los optimistas de la IA (véase la visión de Andreessen Horowitz sobre la salvación del mundo) y los pesimistas de la IA. Se presta mucha atención a lo que la IA puede hacer para sustituir a los humanos, si es lo suficientemente buena (según la hipótesis del genio, puede igualar o incluso elevar la media -inteligencia, creatividad, producción creativa- pero nunca igualará al genio), y si los humanos pueden adaptarse. La verdadera cuestión, sin embargo, no es sólo cómo puede utilizarse la IA para aumentar la productividad. La cuestión más importante es de qué nuevas formas puede utilizarse para crear valor y qué modelos de negocio podrían aprovecharlo.

Reconfiguración de la cadena de valor Retail

En muchos sectores, la inteligencia artificial puede transformar radicalmente la cadena de valor. Retail no es una excepción. Hay muchos problemas que la IA podría ayudar a resolver:

    1. Detectar cambios en los patrones de demanda de los consumidores, a nivel de categoría, marca y producto. La IA puede agregar datos de múltiples fuentes para identificar patrones y ayudar a gestionar el inventario para satisfacer la creciente demanda.
    2. Simulación del impacto para sopesar diferentes iniciativas estratégicas: evaluación del impacto en los ingresos de diferentes estrategias de comercialización, promociones, comprador marketing, rendimiento marketing , etc.
    3. Mejora de la relación con el cliente/aumento de las ventas cruzadas mediante la predicción de la Próxima Mejor Compra: la compra más probable teniendo en cuenta los patrones de las fuentes de datos internas y externas reunidas.
    4. Afinar la orientación mediante un asistente de compras personalizado (en la tienda y en línea) que ayude en la búsqueda, el mejor ajuste, las sugerencias, etc.
    5. Optimización del servicio al cliente mediante guiones dinámicos, reconocimiento facial y de voz, mantenimiento predictivo de equipos, etc.

Sin embargo, el valor real de la IA va más allá de la renovación de las actividades actuales: en última instancia, consistirá en hacer posibles modelos completamente nuevos de retail , en los que se reinventa la propia relación con el consumidor. Algunos ejemplos, entre muchos otros, podrían ser:

Crear mundos y experiencias: más allá de las transacciones

Imagine que organiza una cena. Usted elige un tema y recibe una cena planificada por Gordon Ramsay. A medida que selecciona recetas, los ingredientes en la cantidad adecuada para su fiesta aparecen automáticamente en su cesta de la compra, y se establece un flujo de cocción para usted con vídeos, instrucciones y recordatorios puntuales. La configuración de la mesa para su cena temática se entrega justo a tiempo con sugerencias de maridaje de vinos. La IA puede ayudar a crear un mundo de experiencias en el que el valor no se derive solo de la transacción de compra, sino de la experiencia y las interacciones que estas permiten.

Ecosistemas de estilo de vida: más allá de la categoría

Imagina que presentas la ocasión para tu próxima fiesta en la oficina y recibes recomendaciones de atuendos, eliminando la angustia tradicional del consumidor de no saber qué ponerse. Imagina que tus elecciones de estilo te conectan a una comunidad de aficionados con ideas afines (en los últimos años se han formado muchas comunidades de estilo de vida de este tipo, desde cottagecore a farm chic o ahora momcore, que se ha reinventado recientemente). Esta comunidad de estilo de vida reuniría un ecosistema de proveedores, desde clubes a deportes, ocio y entretenimiento, apoyados por un flujo de contenidos "sin fin". Estos ecosistemas no solo fomentarán un mayor sentimiento de pertenencia y lealtad, sino que cada interacción aumentará el valor de las interacciones venideras.

Cocreación: Compartir la creatividad

En el modelo tradicional, los consumidores son los sujetos que reciben la creatividad, el branding y la publicidad de las marcas. En los últimos tiempos, las marcas han explorado la posibilidad de invertir ese modelo, poniendo a los propios consumidores a cargo de la publicidad de la marca: desde Apple, que incluye fotografías de los consumidores en sus anuncios, hasta la campaña de UGC de Yeti. Con la democratización de la creatividad que aporta la IA, esto puede ir un paso más allá: con mucha más facilidad, los consumidores podrán idear, guionizar, diseñar e incluso producir un anuncio, y difundirlo a sus redes, creando el tipo de efectos virales que generan un crecimiento exponencial.

Todos los minoristas saben bien que, más allá de satisfacer las necesidades funcionales de los consumidores, existe un gran mercado para satisfacer sus necesidades más profundas de sentirse vistos, tomar el control de su narrativa y conectar con los demás. A través de datos y algoritmos de emparejamiento, la IA puede dar a los consumidores el control definitivo sobre su narrativa, expresando sus valores, personalidad y opciones de estilo de vida. En un ecosistema de este tipo, el valor se crearía a través de mucho más que transacciones: a través de las interacciones que crearán datos que, en última instancia, aumentarán el valor del ecosistema en general.

La pregunta definitiva es cómo estos modelos de retail conducirán a nuevas formas de aumentar el valor: una mayor relación con el cliente que conduzca a una mayor fidelidad; una mejor orientación para aumentar el gasto; y la pertenencia a una comunidad que conduzca a una mayor frecuencia. Será entonces cuando la oportunidad de la IA se haga realidad.