La mayoría de las empresas están estancadas en el uso de la IA para automatizar lo mundano.
Descubra cómo liberar todo su potencial e impulsar una verdadera transformación empresarial.
Los resultados de nuestro estudio revelan una cruda realidad. En la carrera actual por adoptar la IA, muchas empresas están desplegando herramientas y soluciones que ofrecen mejoras incrementales. La mayoría de los ejecutivos creen que la IA tendrá un impacto radical en su negocio, pero la mayoría de las empresas se están centrando simplemente en mejoras de productividad amplias y ligeras. Sólo el 10% de las empresas están utilizando la IA para aumentar significativamente los procesos principales.
La IA no es sólo una actualización tecnológica, es un cambio sistémico que requiere una estrategia que afecte a todas las partes de la organización. La mayoría de las empresas actuales no consiguen desplegar la IA de forma que genere valor para el cliente, ventajas competitivas y una diferenciación duradera.
En lugar de intentos fragmentados de probar y experimentar con la IA, las marcas y las empresas deben abordarla como si se tratara del desarrollo de un nuevo músculo. Deben adoptar una estrategia sistémica de IA que refuerce su ventaja competitiva, reconfigure su forma de ofrecer valor a los consumidores y establezca una diferenciación de marca duradera.
La IA es la fuerza más disruptiva de la historia
- Elon Musk
La IA podría ser más profunda que el fuego y la electricidad
- Sundar Pichai
El rápido auge de la inteligencia artificial marca un momento crucial en la historia de los negocios, que nos lleva de la era informática que dio forma al trabajo moderno -y a la era industrial anterior- a una nueva era liderada por la inteligencia artificial.
Aunque gran parte de la atención sobre la IA en las empresas gira en torno a su papel en la automatización, la productividad y la adopción de herramientas, este informe destaca el superpoder más transformador de la IA: la creación de valor genuino y duradero para los clientes.
La creación de valor impulsada por la IA es el futuro de las empresas, y su poder reside en satisfacer con precisión las necesidades específicas de los clientes. Al examinar el panorama de la demanda en el contexto más amplio de la vida de los clientes, la IA va más allá de la simple automatización, remodelando la forma en que las marcas entienden, atienden e interactúan con sus clientes y consumidores. Este cambio permite a las empresas resolver los problemas de los clientes y desbloquear nuevas oportunidades de crecimiento al satisfacer sus necesidades cambiantes con mayor precisión. Para lograrlo, es necesario comprender en profundidad los flujos de trabajo y los contextos específicos en los que surgen las necesidades de los clientes. La IA debe centrarse en las áreas en las que los procesos de los clientes pueden optimizarse, en las que los competidores se quedan cortos y en las que hay potencial para ofrecer un valor único, creando una ventaja competitiva sostenible en el proceso.
El potencial de la IA va mucho más allá de las mejoras operativas. Ofrece la oportunidad de reinventar las organizaciones y replantearse cómo aportan valor. Al redefinir la competencia y desafiar los modelos de negocio tradicionales, las empresas pueden desbloquear el crecimiento y liberarse de las viejas limitaciones competitivas. Sin embargo, ¿están las empresas sobrevalorando el valor a corto plazo de la IA e infravalorando su impacto a largo plazo?
Nuestro estudio sugiere que sí.
El potencial transformador de la IA es evidente en todos los sectores, desde la automoción a la sanidad, con tanto entusiasmo como preocupación por el desplazamiento de puestos de trabajo, la ética y la inclusión. Muchos ejecutivos afirman hoy que invierten en IA y reconocen la importancia de la IA para su negocio.
Sin embargo, las grandes empresas de todos los sectores empiezan a cuestionar el impacto de la IA, escépticas sobre la rentabilidad de su inversión. Y el temor a que la IA no sea más que una exageración se está extendiendo: el 51% de los expertos consultados afirman que la IA está sobrevalorada en la actualidad.
Aunque dos tercios creen que la IA transformará radicalmente el funcionamiento de su empresa en los próximos tres años, sólo uno de cada seis ha tomado medidas para innovar su modelo de negocio en consecuencia.
Los elevados índices de adopción, pero el escepticismo emergente, llevan a preguntarse: ¿por qué la inversión en IA no está produciendo la transformación que esperan los líderes empresariales?
La realidad: La mayoría de las empresas aún no han comprendido cómo aprovechar el verdadero potencial de la IA, limitándose a menudo a experimentos a pequeña escala y a un ámbito de actuación limitado.
Las empresas y las marcas utilizan la IA sobre todo para mejorar la eficiencia a nivel superficial, añadiendo herramientas y automatizando tareas para aumentar la productividad de los trabajadores, pero pocas la aprovechan para impulsar un cambio verdaderamente transformador.
El 86% de las empresas señalaron que se enfrentaban a barreras culturales y a una falta de preparación organizativa para la adopción de la IA. Además, la mitad citó una falta de familiaridad con la IA, mientras que un tercio luchó con prioridades contrapuestas.
Nuestra investigación es clara: la mayoría de las empresas están haciendo esfuerzos descoordinados para adoptar la IA. A pesar de la fuerte inversión y el duro trabajo, están cosechando pocas recompensas, solo la ilusión del progreso.
Como cualquier iniciativa importante, la adopción de la IA requiere una estrategia clara y comprender cómo crea valor real para la empresa y para los clientes. ¿Por qué no la IA?
Para cerrar esta brecha entre el despliegue actual de la IA y su verdadero potencial, las empresas y las marcas deben avanzar:
La mayoría de los directivos están estancados en la IA como herramienta: el valor real está todavía fuera de su alcance. Algunos ni siquiera pueden imaginar su verdadero poder y, para cuando lo hagan, puede que sea demasiado tarde para su negocio.
- Anne Olderog, Senior Partner
Nuestro estudio revela que la adopción de la IA se produce en tres niveles. VivaldiLa pirámide de adopción de la IA de la OCDE proporciona un marco para que las empresas implanten la IA en tres niveles: Mejora de tareas individuales, Optimización de procesos completos, Habilitación de interacciones y redes.
El objetivo final es garantizar que la IA no sea una herramienta aislada, sino una parte fundamental de la estrategia empresarial que mejore las interacciones básicas, impulse la fortaleza de la marca y cree valor para el cliente a largo plazo.